#013 Zurdo y diestro, buena combinación para el Padel
Antes de empezar con el tema central del episodio, tengo ganas de compartirles algo. Vengo teniendo algunos días malos con Jack (quienes no lo conozcan pueden ir al EPISODIO 4). Hace un par de semanas que me modifica los horarios de las clases de Padel o (peor aún) me cancela. Claro está que no soy ninguna estrella del deporte y no va a cambiar mi rendimiento porque pase una semana sin tomar clases de Padel, pero lo estoy sintiendo como una falta de compromiso (para no ser más severo en mi enojo). Él no sabe que yo QUIERO JUGAR PADEL EN QUINTA (y tampoco sé si necesariamente tendría que decírselo), pero en la primer clase fue muy taxativo (¡mirá la palabra que te tiré!) al decirme que si yo quería hacer algo recreativo íbamos por ahí pero si yo quería ir por la exigencia también podíamos hacerlo. Creo haber sido claro en mi deseo, y más allá de las cancelaciones (que ya por si mismas me molestan bastante) siento que en la clase mejoro mis golpes, pero no trabajo la exigencia física.
No tengo muy en claro que me pasa con Jack en estos días (suena a relación amorosa pero juro que no es mi tipo 😛), pero no quería dejar de contarles que algo no me convence y que si no genero un cambio me siento andando con el freno de mano puesto.
Dicho esto a modo de consultorio terapéutico, vamos a lo que nos compete!
Hubo un par de zurdos que me escribieron contándome lo bien que se desempeñan jugando al Padel del lado del revés (es decir, del lado izquierdo de la cancha, mirando hacia los rivales). Sin embargo, la gran mayoría (diestros y zurdos) opinaban que la mejor combinación es dejar las dos manos "fuertes" de la pareja en el medio, por lo que el diestro sería ideal que juegue del revés y el zurdo del drive.
Cómo les conté en el EPISODIO 9, y como era de esperarse de un inexperto, cuando me tocó jugar ese partido de copa con un zurdo al que no conocía, hicimos exactamente lo contrario (y así nos costó ese partido!).
Después de las repercusiones de ese episodio me puse a investigar y encontré varios videos en YouTube hablando de los beneficios de pararse en la cancha de la forma en la que la mayoría sugirió, y la verdad es me quedé con las ganas de probar nuevamente.
Así se dió esta semana, le propuse al mismo zurdo (al que llamaremos Mario) que juguemos un Torneo de Padel Americano de 8va.
Con esta información y sin ser el primer partido juntos nos fue bastante mejor!
Pasamos la Qualy de manera holgada (como mi remera) con partidos de 6-1, 6-3 y 6-0.
Cuartos y Semis fueron 6-1 y 6-4 respectivamente; y en una final durísima (en la que erramos bastante y los rivales jugaron bárbaro) quedamos abajo en tie break.
Con Mario pegamos 2 veces las paletas en el medio yendo a volear juntos, también dejamos pasar algunas bolas creyendo que iba a ir el otro; pero sinceramente fueron muchos más los aciertos al tener nuestros mejores golpes en el medio de la cancha, ya que en la (floja) categoría que jugamos, a los rivales (y a nosotros también, claro!) se les tornaba muy difícil bucarnos el revés con paralelas.
Y a pesar de mi pasado de adolescencia calentona y la sensación de otra final perdida (la segunda, la otra la conté en el EPISODIO 3), me fui feliz y con una sonrisa de oreja a oreja por 3 motivos:
1) Cada vez me agito menos y estoy logrando controlar el ritmo para no quemar las naves en los primeros games.
2) A pesar de seguir sin ganar ningún torneo de 8va, estoy empezando a sentir que podría pararme mejor en uno de 7ma (o al menos no hacer tanto papelón como en el que hice en el EPISODIO 6).
3) Y el más importante: escuché todas las opiniones de ustedes, investigué un poco más para confirmar la teoría que me planteaban, apliqué lo que me dijeron y tuve excelentes resultados!!
Así es que, lejos de cursilerías, siento (de verdad) que a esta final llegamos todos, porque sin escucharlos posiblemente no hubiese buscado revancha, y mucho menos hubiese salido de mi lugar cómodo de Drive.
Me hubiese gustado ganar el torneo, pero a mi modo de verlo (aunque solemos ser muy exitistas en Argentina), también gané esta semana. Quizá no una paleta, pero si el aprendizaje de saber que escuchando otras opiniones, hablando con el compañero para ponerse de acuerdo y usando la cabeza, se puede mejorar.
En el Padel como en la vida.
No tengo muy en claro que me pasa con Jack en estos días (suena a relación amorosa pero juro que no es mi tipo 😛), pero no quería dejar de contarles que algo no me convence y que si no genero un cambio me siento andando con el freno de mano puesto.
Dicho esto a modo de consultorio terapéutico, vamos a lo que nos compete!
Hubo un par de zurdos que me escribieron contándome lo bien que se desempeñan jugando al Padel del lado del revés (es decir, del lado izquierdo de la cancha, mirando hacia los rivales). Sin embargo, la gran mayoría (diestros y zurdos) opinaban que la mejor combinación es dejar las dos manos "fuertes" de la pareja en el medio, por lo que el diestro sería ideal que juegue del revés y el zurdo del drive.
Cómo les conté en el EPISODIO 9, y como era de esperarse de un inexperto, cuando me tocó jugar ese partido de copa con un zurdo al que no conocía, hicimos exactamente lo contrario (y así nos costó ese partido!).
Después de las repercusiones de ese episodio me puse a investigar y encontré varios videos en YouTube hablando de los beneficios de pararse en la cancha de la forma en la que la mayoría sugirió, y la verdad es me quedé con las ganas de probar nuevamente.
Así se dió esta semana, le propuse al mismo zurdo (al que llamaremos Mario) que juguemos un Torneo de Padel Americano de 8va.
Con esta información y sin ser el primer partido juntos nos fue bastante mejor!
Pasamos la Qualy de manera holgada (como mi remera) con partidos de 6-1, 6-3 y 6-0.
Cuartos y Semis fueron 6-1 y 6-4 respectivamente; y en una final durísima (en la que erramos bastante y los rivales jugaron bárbaro) quedamos abajo en tie break.
Con Mario pegamos 2 veces las paletas en el medio yendo a volear juntos, también dejamos pasar algunas bolas creyendo que iba a ir el otro; pero sinceramente fueron muchos más los aciertos al tener nuestros mejores golpes en el medio de la cancha, ya que en la (floja) categoría que jugamos, a los rivales (y a nosotros también, claro!) se les tornaba muy difícil bucarnos el revés con paralelas.
Y a pesar de mi pasado de adolescencia calentona y la sensación de otra final perdida (la segunda, la otra la conté en el EPISODIO 3), me fui feliz y con una sonrisa de oreja a oreja por 3 motivos:
1) Cada vez me agito menos y estoy logrando controlar el ritmo para no quemar las naves en los primeros games.
2) A pesar de seguir sin ganar ningún torneo de 8va, estoy empezando a sentir que podría pararme mejor en uno de 7ma (o al menos no hacer tanto papelón como en el que hice en el EPISODIO 6).
3) Y el más importante: escuché todas las opiniones de ustedes, investigué un poco más para confirmar la teoría que me planteaban, apliqué lo que me dijeron y tuve excelentes resultados!!
Así es que, lejos de cursilerías, siento (de verdad) que a esta final llegamos todos, porque sin escucharlos posiblemente no hubiese buscado revancha, y mucho menos hubiese salido de mi lugar cómodo de Drive.
Me hubiese gustado ganar el torneo, pero a mi modo de verlo (aunque solemos ser muy exitistas en Argentina), también gané esta semana. Quizá no una paleta, pero si el aprendizaje de saber que escuchando otras opiniones, hablando con el compañero para ponerse de acuerdo y usando la cabeza, se puede mejorar.
En el Padel como en la vida.
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